domingo, 20 de septiembre de 2015

Oportunidades para aprender matemáticas a lo largo de una jornada en el segundo ciclo de Educación Infantil

En esta entrada simplemente quiero compartir un trabajo que para mi es muy especial. Hace ya más de un año me invitaron a la Universidad Autónoma de Madrid a contar a las alumnas del grado de Educación Infantil cómo trabajo yo las matemáticas en mi aula (hablé de ello en la entrada Aprendizaje incidental y aprendizaje programado de las matemáticas en el aula). Fue una experiencia tan tan positiva para todos que Carlos me animó a escribir con un poquito más de "forma" todo lo que hablamos y publicarlo para que más maestras pudieran acceder a ello. Y surgió un artículo que para mi es precioso porque, dejando a un lado lo que aporte matemáticamente, refleja bastante bien la complejidad de nuestro trabajo. Tengo amigos que aún no saben muy bien qué estudiamos y qué hacemos después las maestras de Educación Infantil. Entre otras miles de cosas, convertimos la vida cotidiana del aula, los juegos, las rutinas,... en experiencias de aprendizaje; observamos a los niños en ellas y desde ahí diseñamos actividades más específicas para incidir en objetivos concretos. Y todo ello a veces incluso lidiando con las exigencias del centro, encaminadas a usar más y más libros y a reproducir esquemas de aprendizaje bastante anticuados.

http://www.sinewton.org/numeros/numeros/89/Experaula.pdf

De ese tipo de enseñanza-aprendizaje, por un lado aprovechando la cotidianeidad de nuestra clase y por otro planificado especificamente, habla el artículo Oportunidades para aprender matemáticas a lo largo de una jornada en el segundo ciclo de Educación Infantil. Fué publicado por la revista Números dentro de la sección Experiencias de Aula en el volúmen 89 de Julio 2015.  Podéis leerlo pinchando en el título o en las imagenes.

http://www.sinewton.org/numeros/numeros/89/Experaula.pdf

El artículo comienza contando cómo veo yo la situación de la enseñanza de las matemáticas en la Educación Infantil. Después habla de cómo debe ser ésta de acuerdo con un documento de la National Association for the Education of Young Children (Asociación Nacional para la Educación Infantil, NAEYC) y el National Council of Teachers of Mathematics (Consejo Nacional de Profesores de Matemáticas, NCTM) llamado Matemáticas en la Educación Infantil: Facilitando un buen inicio. declaración conjunta de posición. Es un texto muy sencillo y práctico que podéis leer pinchando en el título.

En el tercer apartado visitamos un aula de Educación Infantil, primero pedagógicamente, es decir, hablando de cómo aprenden los niños del segundo ciclo de esta etapa; y después, físicamente, acercándonos a un clase real. Luego, en el cuarto epígrafe y teniendo en cuenta todo lo anterior, voy repasando una jornada-tipo para analizar lo que nos ofrece cada momento para enseñar matemáticas. Por un lado, aprovechando momentos cotidianos como el desayuno o aquellos en los que las actividades no tienen como objetivo principal uno de tipo matemático; y por otro, desde la planificación específica para que los alumnos adquieran conocimientos de esta disciplina.

http://www.sinewton.org/numeros/numeros/89/Experaula.pdf

Y a modo de conclusión, hago una pequeña reflexión sobre cómo pueden trabajar las matemáticas dentro del seno familiar conociendo el enfoque que les damos en el aula.

Antes de terminar tengo que agradecer a Olga su tradución al inglés del resumen del principio. Sin conocerme de nada no te importó ayudarme. En ese momento debiste pensar que estaba loca, jaja. Muchas gracias.

Pues nada, espero que os guste muchísimo. A mí misma me viene bien releerlo para no olvidarme, dentro de lo rápido que pasamos cada momento del día, de pararme a disfrutar algunos instantes y sacarles todo el partido posible.

viernes, 11 de septiembre de 2015

El Dragón Comeletras

En esta entrada voy a compartir un juego muy sencillo que encanta a los niños de mi clase y que yo disfruto mucho también jugando con ellos. Seguro que muchos de vosotros ya lo hacéis en vuestras clases aunque no lo llaméis así. Para los que no lo conozcais, ¡os lo recomiendo!.

Como su nombre indica, el Dragón Comeletras lo que hace es comer letras. Cuando va creciendo, como necesita más alimento, también come palabras y sílabas. Cuando en 3 años mis alumnos conocen algunas letras (vocales y alguna consonante de sus nombres) las escribimos en la pizarra pequeñita que tenemos en la asamblea. Como mucho escribimos (entre los niños y yo según su competencia en la tarea) a la vez 5 o 6 y en mayúsculas. Y cuando ya las tenemos...¡por la esquina de la pizarra aparece el dragón con la boca abierta y sus colmillos o incluso echando fuego! Los niños se tapan los ojos, el dragón avanza con pisadas fuertes (que hacemos nosotros) y cuando se asegura de que nadie le ve...¡ñam, ñam! se come una letra (y nosotros la borramos de la pizarra). Cuando los niños oyen el sonido del dragón masticando ya pueden abrir los ojos. El juego consiste en adivinar qué letra se ha comido el dragón. Luego la volvemos a escribir y volvemos a taparnos los ojos porque el dragón va a volver.


















Es sencillísimo pero no os podéis imaginar lo que les gusta cerrar los ojos, oír las pisadas de dragón y luego adivinar la letra. Yo suelo cambiar de actividad cuando hemos jugado 5 o 6 veces para que se queden con ganas de más pero ellos podrían seguir y seguir porque les encanta.

Cuando en 3 años ya reconocen alguna palabra de forma global o pueden saber qué pone por la letra que empieza o las que contiene, el dragón de vez en cuando come palabras en mayúsculas. Escribo 3 palabras que hayamos trabajado (como por ejemplo casa, mamá y oso) y jugamos del mismo modo. Cuando jugamos con palabras, mientras las escribimos es importante hablar de sus características: las letras que tienen, si aparece la "O" o no (suele ser un rasgo distintivo importante en 3 años), etc. Y luego hacer un pequeño análisis de cómo podemos saber la que se ha comido. 


Para mi es fundamental en la enseñanza y aprendizaje de la lectoescritura enseñar "trucos" para saber qué puede poner aún sin saber leer. Creo que es muy motivador, les enseña a pensar sobre las palabras y el lenguaje, conduce a una lectura más comprensiva y además contribuye a que menos alumnos se queden atrás en el proceso. Cuando bastantes niños son capaces de leer, a los que aún no saben les motiva mucho poder decir qué pone gracias a alguna estrategia de reconocimiento que han aprendido porque sienten que saben más de lo que pensaban.

Cuando empezamos a conocer el abecedario en minúsculas añadimos al juego este tipo de letras (en ocasiones jugamos sólo con vocales en mayúsculas para que todos los alumnos participen aunque vayan algo más retrasados) y posteriormente palabras en minúsculas cuando van aprendiendo a leerlas. 


En 5 años, una vez que hemos avanzado un poco con el trabajo más sistemático de la lectoescritura a través de los libros que usamos en mi cole, empleamos en el juego también las sílabas en minúsculas. Y por supuesto siempre repasamos lo anterior (letras en mayúsculas, palabras en mayúsculas y palabras sencillas en minúsculas).

Además de trabajar aspectos relacionados con la identificación de letras y palabras y la lectura es un juego maravilloso para mejorar la atención y la concentración de los alumnos. Para los que no lo conociais, espero que os haya gustado y os funcione tan bien como a mí.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Cenefas con series para decorar la clase



En esta entrada os voy a enseñar una actividad que yo creo que es ideal para los primeros días de curso. Consiste en realizar cenefas para decorar el aula mediante la repetición de un patrón.

En mi cole cambiamos de clase cada año y cuando llegué a la que me tocó el año pasado me encontré muy deteriorados los marcos de las ventanas que dan al pasillo y bastante sucias las paredes. Las primeras semanas de curso realizamos cenefas con series. Así solucionaba estos problemillas que tenía mi clase y preparaba a los niños para una actividad que íbamos a realizar en el rincón de lógica-matemática días después también sobre series. El resultado fue maravilloso, no sólo a nivel decorativo sino en cuanto al desarrollo de la actividad con los alumnos. 
Yo hice las cenefas con mis alumnos de 4 años en el tiempo de juego por equipos. Tengo dividido el grupo en 4 equipos y cada uno iba realizando la actividad un día a la semana durante una sesión de unos 20 minutos o media hora.

Primero corté un trozo de papel continuo como de metro y medio de largo y lo dividí en tiras de unos 10 cm de ancho. Usé este ancho porque iba a hacer las series de las cenefas estampando con esponjas y tenía que caber el dibujo en el ancho de la tira. El largo también lo elegí en función del espacio que quería tapar y de la longitud de dos mesas unidas, para que a los niños les fuese cómodo trabajar.

Los niños trabajaron en equipos pero dentro del equipo les subdividí en parejas y si eran impares, algún niño repetía después con otra pareja. 


A cada pareja les asignaba un patrón con dos motivos diferentes (por ejemplo, corazón verde, estrella morada). Les comenzaba yo la serie estampando el patrón, después cada niño elegía el motivo que prefería, estaba presente mientras hacían una o dos repeticiones del patrón y continuaban ellos la serie hasta terminar la tira.  Normalmente cada pareja hacía dos tiras, una con patrón AB (por ejemplo, corazón verde, estrella morada) 


y otra con patrón ABB o AAB (por ejemplo, corazón morado, 2 margaritas rojas o 2 tulipanes rojos, una estrella morada). Cuando se secaban, dibujaban en el centro de las margaritas un punto amarillo o naranja también formando una serie por repetición del patrón AB.


Comenzamos con series sencillas porque era el principio de curso de 4 años y hacerlas en parejas y en tamaño grande era algo novedoso para ellos (que siempre habían trabajado las series individualmente en tamaño A4). Resultó una experiencia muy bonita sobre todo por la ayuda que se prestaron dentro de las parejas: “¡venga, que ahora toca corazón rojo!”, “¡no, que tienes que poner dos veces!”. Otra cosa que me encantó es que se concentraron muchísimo en “no perderse” y fallar. Mientras hacían su tira si hablaban sólo era para establecer los turnos y ni siquiera prestaron atención a los niños que estaban jugando en la casita justo al lado. A veces cuando trabajamos por equipos o por rincones hay maestras que creen que eso dificulta su concentración o que no les enseña a trabajar en silencio. Esto prueba una vez más que ambas cosas no son incompatibles siempre que la actividad sea suficientemente interesante para los alumnos.

Y matemáticamente supuso un avance enorme para algunos niños que solos eran incapaces de reconocer un patrón y repetirlo. Emparejándoles con alumnos que les podían ayudar consiguieron entender mejor lo que había que hacer y esto se notó cuando después hicieron series individualmente.

El resultado es el que veis. Nos quedó muy bonito el mural para colgar los dibujos de la figura humana y la ventana. 

 
Para alumnos de 5 años podéis complicar los patrones mucho más, tanto trabajando por parejas y repitiendo dos elementos (AABB, ABBB o AAAB) como en tríos con tres elementos (ABC, AABC, etc.) o participando un grupo de cuatro niños en una cenefa de 4 elementos (ABCD).

Si no tenéis esponjas de estampar ya hechas y no tenéis tiempo para hacerlas vosotros podéis estampar las bases de figuras de construcción o de envases de distinta forma o incluso hacer las cenefas pegando pegatinas, gomets grandes o figuras geométricas previamente recortadas de cartulinas o folios de colores.

¡Es una actividad muy sencilla para comenzar el curso y espero que la disfrutéis mucho!