jueves, 29 de noviembre de 2012

El dibujo y la creatividad

Hablando con unas compañeras surgió una discusión sobre si había que enseñar a dibujar a los niños de Ed.Infantil o, por el contrario, no decirles nada y que ellos descubran cómo se hacen el cuello, las camisas o los zapatos de tacón.

Yo estoy absolutamente a favor de enseñarles a dibujar. Que es muy distinto a decirles qué tienen que dibujar. En mi opinión, el dibujo refleja la forma de ver el mundo real e imaginario que rodea a un niño; y a su vez, un dibujo detallado, ayuda a los más pequeños a percibir cada vez más detalles en el entorno.

Otras compañeras piensan que enseñar a dibujar anula la creatividad. Y yo me pregunto ¿qué creatividad? Creatividad no es hacer un dibujo bonito. Puede influir en ello, pero desde luego la creatividad no se mide solo en el ámbito artístico ni se desarrolla únicamente a través de éste.

Ser creativo implica buscar alternativas, soluciones diferentes a un problema, presentar nuevas ideas y llevarlas a cabo adaptándose a determinadas situaciones.


Desarrollamos la creatividad en el aula a través de nuestra propia metodología. Si siempre hacemos todos lo mismo al mismo tiempo, estamos contribuyendo a anular la creatividad. Si en cambio, proponemos alternativas, dejamos margenes de elección, planteamos actividades con varias formas de resolución, etc.; fomentaremos el desarrollo de la creatividad, entendida como capacidad de crear cosas nuevas.



¿Y que entiendo yo por enseñar a dibujar? Hacer conscientes a los niños y niñas de las propiedades de los elementos para incluirlas en el dibujo. Si enseñar a dibujar consiste siempre en dibujar y que copien (que a veces puede ser bueno y necesario) y dibujar todos lo mismo, quizá contribuyamos algo a anular la creatividad. Si enseñar a dibujar, una camiseta, por ejemplo, es hacer unos trazos delante de los niños, hablar de las mangas cortas y largas, del cuello redondo o en pico y ver nuestras camisetas y pensar cómo las dibujaríamos; me parece que enseñar a dibujar una camiseta es dar alas a los niños para que un día decidan pintar en ella un Spiderman o añadirle volantes en las mangas.
 
Hace unos días vino Roberto a mi mesa y me dijo enseñándome el dibujo de un señor: "Quiero ponerle una capa de estrellas pero es que no se hacer la capa". Por supuesto yo le digo cómo podría añadir una capa a su dibujo; y si se bloquea y aun así no puede, le cojo la mano y le ayudo a hacerla o se la dibujo en un papel para que pueda fijarse. ¡La idea de añadir la capa de estrellas ya me parece creativa! El querer añadir detalles a un dibujo libremente es el resultado de fomentar la creatividad de muchas formas en el aula y no creo que se anule por ayudarle a hacer unos trazos. Esa ayuda es la puerta para poder un día añadir capucha a esa capa, cambiarle el estampado o decidir que en lugar de capa, prefiere poner una mochila con una bombona de oxígeno. El caso es no permitir que por un "no sé dibujar esto", ya nunca más vuelvan a aparecer esos elementos en sus dibujos.


Y teniendo en cuenta que en Primaria no van a dedicar mucho tiempo a dibujar con calma, tenemos que aprovechar a impulsar en Infantil el placer que puede suponerles plasmar en un papel lo que son capaces de ver e imaginar.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

20 de Noviembre, Día de los Derechos del Niño

Ayer celebramos el Día de los Derechos del Niño. La verdad es que no me había planteado antes trabajar aspectos relacionados con este día con los alumnos de infantil porque me daba la sensación de que era difícil acercarles tanto la idea de "derecho" como los derechos en sí. Y efectivamente, es difícil. Pero, sobre todo con los alumnos de 5 años, se puede hacer una aproximación y aprovechar este día para hablar de cosas tan cercanas y motivadoras como es su nombre, su familia, su cole, sus amigos o la gente que nos quiere y les quiere. 

En el último Encuentro de Educación Infantil al que asistí, propusieron una actividad que me gustó y la he desarrollado en mi aula. En ella nos centramos en tres derechos de los niños:
  • Derecho a tener un nombre.
  • Derecho a tener una familia.
  • Derecho a ser querido.
El trabajo final para realizar el día 20 de Noviembre era un mural en que había un círculo por cada niño, con su nombre en el centro y los nombres de sus familiares alrededor. Además estaban rodeados de corazones rojos y unidos por líneas blancas.

La semana anterior al día 20 les expliqué qué se celebraba ese dia y lo que íbamos a hacer en la clase (un mural y una presentación en la pizarra digital). Nos centramos en los tres derechos enumerados antes; y durante tres periodos de asamblea fuimos hablando de cada uno de ellos. 

No hace falta entrar mucho en el concepto de derecho para que los niños hablen con entusiasmo de sus nombres, de los de sus amigos, de sus nombres favoritos o de si conocen a alguien sin nombre. Aprovechamos para recordar que nos gusta mucho que nos llamen por nuestro nombre y no diciendo "tu", "ese", "tío",... En el centro de un círculo blanco escribimos nuestro nombre.

Otro día hablamos de las familias y qué nos parecería que un niño no tuviese una que le cuidase, le recogiese en el cole, le llevase al parque, le contase cuentos,...y una larga lista de actividades que ellos mismos fueron atribuyendo a sus familias. Explicamos que el viernes nos llevaríamos a casa los círculos con nuestro nombre para escribir alrededor los nombres de nuestros familiares. Y alguien preguntó: "¿Los de todos?". "Los de los que tú creas que son tu familia". Y aparecieron en los círculos nombres de perros y peces. 

Y por último, nos centramos en las personas que nos quieren y a las que queremos y si nos sentimos bien con ellas. Como a ninguno de nosotros nos parecía bien que hubiese niños a los que nadie quisiese, decidimos que era un derecho de todos los niños. Repartimos dos corazones a cada niño para que los coloreasen.

También, durante esta semana en el rincón de arte estuvimos pintando el fondo del mural de negro y las letras del título con rotuladores de colores.

El día 20, después de la asamblea de la mañana, les puse en la PDI una presentación power-point. Había una diapositiva por cada derecho y en ellas aparecía el texto simplificado (que les sirvió para leer ellos mismos con mucho entusiasmo) y fotos suyas tomadas en el aula que ilustraban ese derecho.

A lo largo de la mañana, los niños fueron pegando sus círculos y corazones en el mural. Después unimos los círculos con tiza blanca, simbolizando que todos tenemos relación, estamos unidos.


Ha resultado una actividad preciosa y las conversaciones han sido muy interesantes. Dar las gracias a uno de los autores de Baalya, que me dió la idea en una de sus ponencias.

Podéis descargar los círculos, corazones y circular para los padres aquí:

https://www.dropbox.com/home/Public/Derechos%20del%20ni%C3%B1o

Y ver todas las fotos aquí:

Derechos del niño

jueves, 15 de noviembre de 2012

Más que premios y castigos

En esta entrada os quiero invitar a leer un excelente artículo que se publicó hace unas semanas en el suplemento El País Semanal, en la sección de psicología: Más que premios y castigos. Os recomiendo que lo leáis, pinchando en el nombre o en este enlace: http://www.slideshare.net/emekoo/ms-que-premios-y-castigos-el-pas-semanal

No aporta nada realmente novedoso o que no hayamos oído antes, pero sirve para recordarnos que los niños con los que trabajamos están dispuestos a hacer lo que sea por ganar nuestra aprobación. Buscan algún momento cada día para estar cerca, cuanto más mejor, de sus adultos de referencia. luchan por complacer a los padres y maestros con los que comparten su jornada. 

Y a veces les regañamos por algún mal comportamiento que se podría haber evitado simplemente diciendo algo bonito al niño cuando entra por la puerta o alabando alguna de sus participaciones en las actividades del aula. Y otras veces, sin darnos cuenta, intentamos modificar malas conductas regañándoles por éstas y se nos olvida premiar sus intentos por mejorarlas o adquirir los hábitos que queremos pretendemos.

Me gusta especialmente una columna que aparece en el artículo con el nombre: CARTA DE UN HIJO A TODOS LOS PADRES. Dice lo siguiente (lo copio porque no se puede perder si el artículo desaparece de la web):
  • No me des todo lo que te pido.
  • No me grites. Te respeto menos y me enseñas a gritar a mí también.
  • No me des siempre órdenes. Si a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.
  • Cumple las promesas buenas y malas.
  • No me compares con nadie.
  • No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa decisión.
  • Déjame valerme por mí mismo. Si haces todo por mí, yo nunca aprenderé.
  • Cuando haga algo malo, no me exijas que te diga el por qué. A vces ni yo mismo lo sé.
  • Cuando estés equivocado, admítelo. Crecerá la buena opinión que tengo de tí y me enseñarás a admitir mis equivocaciones.
  • Cuando te cuente un problema mío no me digas "no tengo tiempo para bobadas", o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.
  • Y quiéreme. Y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas que es necesario decírmelo.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Creando monstruos

Cuando pensamos en hablar de monstruos con los niños o queremos usarlos como elemento motivador para trabajar algo en el aula, enseguida nos viene a la cabeza el maravilloso libro de Maurice Sendak, Donde viven los monstruos. Os recomiendo otro libro muy divertido, sobre todo para los niños de 5 años, titulado Cuando nace un monstruo, del autor Sean Taylor.

Yo no soy partidaria de celebrar Halloween en el cole puesto que no es una fiesta que forme parte de nuestra cultura. Pero es cierto que cada vez está más presente en las actividades de ocio que hacen los niños la última semana de octubre y, como implica disfrazarse de algo que de miedo, es casi imposible no hablar de ello en la clase. Sobre todo los niños de 4 y 5 años están deseando contarnos de qué van a vestirse en la fiesta del centro comercial, en la de la piscina donde van a natación, etc.
Así que, sin meternos en Halloween como tradición, decidí aprovechar los monstruos para trabajar la descripción con mis alumnos de 5 años. La idea surgió de un entrada de "El blog de mi aula", un blog al que sigo. Os recomiendo que entréis para leer parte de la actividad que realicé y encontraréis también un link para descargar muchas imágenes de monstruos.

Yo elegí unas 30 imágenes, las plastifiqué y las distribuí por la alfombra. Dedicamos unos minutos a mirarlas todas. Sorteamos el niño que comenzaría a elegir un monstruo y a partir de el, iríamos eligiendo en sentido de las agujas del reloj. En mi clase son 20 alumnos pero presenté 30 monstruos para que, incluso el último, tuviese posibilidad de elegir. 

Cuando le tocaba a un niño, éste tenía que describir el monstruo que quería al niño sentado a su izquierda. Si la descripción era suficientemente detallada, el niño de la izquierda podía adivinar cuál quería su compañero y se lo daba. Si le faltaban datos, le hacía preguntas del tipo "¿Tiene pelo?", "¿cuántos ojos tiene?",...

Una vez que cada niño tuvo su monstruo comenzamos a describir su vida: si trabajaba y en qué, dónde vivía, como asustaba, si tenía familia y cómo era,etc. ¡Salieron explicaciones preciosas!.


A continuación, nos levantamos, cada niño "se metió dentro de su monstruo" y nos movimos por la clase actuando como el monstruo al que habíamos dado "personalidad": asustando como él, hablando como él, andando como él. Un excelente ejercicio de dramatización con el que los niños se lo pasaron fenomenal.

Por último dejamos los monstruos que habíamos elegido y nos inventamos uno propio. Lo dibujamos y le pusimos nombre, que también escribimos. Yo dibujé como ejemplo a mi "Monstruo Camiseta". Dudaba si hacerlo temiendo que hiciesen cosas parecidas pero, como véis en las fotos, realizaron cosas muy creativas.

 Tengo la sensación de que gran parte del trabajo en el aula en 5 años se centra en la lectoescritura y las sumas y restas. Y la lectoescritura se suele reducir a escribir palabras sueltas y frases con poco o ningún sentido. Actividades como ésta, pienso que dan significado al aprendizaje del lenguaje escrito a través de experiencias en las que el lenguaje verbal se hace necesario. En ningún momento decimos "vamos a describir" pero si un niño ha de pedir a otro ese monstruo que le ha encantado nada más caer en la alfombra (y que no tiene otro nombre que "monstruo" igual que el resto), tendrá que dar datos que permitan a su compañero identificarlo. Entendemos así que podemos referirnos a algo sin señalarlo y sin nombrarlo, describiéndolo.

Aquí podéis comprar el libro Cuando nace un montruo.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Adivina cuánto te quiero

En Alternativa a la Religión, con mis alumnos de 3 años, trabajé el cuento Adivina cuánto te quiero. A mi personalmente no es un libro que me guste mucho, pero a los niños sí les atrae. Se lo conté a los de 3 años, ví que les gustó y decidí trabajarlo para profundizar en los vínculos de apego que establecen en esta edad. Pienso que es importante enseñarles a hablar de las personas que quieren y que les quieren; y analizar por qué sabemos que nos quieren y qué cosas hacemos nosotros cuando queremos a nuestra familia o amigos.

Las capacidades de expresión oral de los niños de 3 años son aún limitadas por eso este cuento me parece que se adapta muy bien a ellos, ya que utiliza un lenguaje muy sencillo, algo repetitivo, y se apoya en unas ilustraciones realistas y cálidas. 

Buscando información para programar actividades con este cuento encontré una guía de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción en la que ofrecen recursos para trabajar distintos cuentos infantiles, entre ellos, éste. Os la adjunto también en los enlaces que dejo más abajo.

Aunque yo trabajé el cuento con niños de 3 años, podéis adaptar fácilmente las propuestas a niños de 4 y 5 años.

¡Pinchad en este enlace para descargar el material!