martes, 21 de marzo de 2023

Normalizado en la sociedad, normalizado en las aulas

UNO

 - "Deberíamos pensar en quitar los desayunos de galletas y batidos en los cumpleaños".

- Jaja, ¿y cómo lo celebran, con brócoli?

- Pero si aquí todo lo celebramos comiendo.

- Además, luego son las familias las que cuando salen le dan esas cosas para merendar.

- Es un poco exagerado quitarlo. Total, si sólo son 25 cumpleaños cada curso."

DOS

- "Creo que deberíamos plantearnos el uso que estamos haciendo de la PDI, excesivo cuando se recomienda la menor exposición posible a pantallas antes de los 6 años. Y además, se ponen vídeos de You Tube con anuncios y en muchos casos no hay justificación educativa para ello.

- Sí, yo creo que deberíamos dejar de poner vídeos en los recreos cuando llueve. Ni películas, claro. Somos profesionales en un aula enriquecida y preparada para el juego de los niños y debemos tener recursos para suplir esa media hora de patio.

- A ver,  tampoco son tantos vídeos y los anuncios los quitamos en cuanto You Tube nos deja.

- Además, a los niños les gusta y les relaja.

- Sí, es que esta generación ya es así. Y además, nos obligan a meterles en el plan de digitalización. Tú luego como madre haz lo que quieras y no se lo pongas a tus hijos."

TRES

- "Yo creo que deberíamos evitar estar en el aula consultando el correo de Raíces o cualquier otra cosa que implique atender al ordenador o al móvil. Ya se avisa que no atendemos dichos medios en horario lectivo. Habría que hacerlo en la exclusiva o en casa.

- A ver, si nos obligan a consultar el correo pues habrá que hacerlo en el cole. Yo en casa me niego a dedicarle dos horas a eso.

- Yo lo hago mientras los niños juegan.

- Tampoco es para tanto. Es que al final son muchas cosas y si no no nos da tiempo. No pasa nada por dedicar un rato. Ya bastantes cosas hacemos con los niños en la clase.

 - A mi es que en casa no me da la vida."

 

Seguro que más de una os habréis sentido identificadas con alguna de estas situaciones. O si no, al menos habéis pensado que esto debería plantearse porque choca con la información y formación que hoy en día tenemos tanto docentes como familias. 

Efectivamente son tres conversaciones sobre tres aspectos totalmente normalizados en entornos educativos, pero, según mi punto de vista, negligentes: promover alimentación no saludable, abuso de la proyección de vídeos/películas en pizarra digital y empleo de móvil y ordenador por parte de los docentes durante las horas lectivas.

Y el problema es que como el consumo de comida ultraprocesada, el empleo de tablets/tele/móvil con niños y el uso de dichos dispositivos por parte de los adultos en el puesto de trabajo, son aspectos también normalizados en la sociedad, son difíciles de modificar porque se confunde lo que PODEMOS hacer como familias y lo que DEBEMOS hacer como profesionales de la educación. Así que la discusión está perdida cuando ante un argumento pedagógico para cambiar la situación por parte de un docente, se contesta haciendo referencia a su ámbito privado, dejándole que aplique lo que quiera con sus hijos pero adaptándose en el centro a lo que la sociedad ha normalizado.

Y mi lucha es precisamente la contraria. Podemos comportarnos como queramos en el ámbito privado y alimentar a nuestros hijos como mejor nos parezca (yo seguramente sea la ciudadana más adicta al dulce que existe) pero no nos podemos permitir sugerir en una reunión que el alumnado celebre los cumpleaños trayendo galletas y batidos. Somos un centro educativo que debemos estar al día de los conocimientos más recientes sobre lo que es alimentación saludable para los niños y niñas y promoverla. Hay alumnos cuyo primer contacto con galletas de chocolate o batidos es en un aula. Y esto, llamadme rara, me parece denunciable. 

No podía faltar como segundo elemento normalizado el abuso de pantallas. Y digo abuso porque se empezaron usando para poner puntualmente un video de cómo cambia de color un camaleón en la naturaleza, y hemos pasado a usarla para buscar en You Tube canciones (no siempre infantiles) y cuentos, sustituyendo en algunos casos a lo cantado y contado por las maestras. Y a nadie le extraña ver un día de lluvia la PDI encendida con una película, a pesar de que conocemos los datos arrojados por estudios neuropedagógicos sobre los centros cerebrales puestos en marcha ante la exposición a pantallas por los menores de 6 años y sus efectos adversos. Y por supuesto, a pesar de que como profesionales, contamos con infinidad de alternativas.

Y, por último, está absolutamente normalizado socialmente y en bastantes campos profesionales, usar el móvil durante el tiempo de trabajo para actividades no profesionales (Whatsapp, redes sociales, etc.). Pero es que además, en los centros educativos, que ya todas las comunicaciones con familias y compañeros así como otros trámites, se realizan digitalmente, se está también haciendo habitual el empleo de móvil, ordenador o tablet mientras se está con los niños y niñas en la clase o en el patio. No sé a vosotras, pero a mi en el aula con los niños y niñas dentro, no me da tiempo a prácticamente nada que no sea atenderles, bien directamente o simplemente observándoles.

Tres "luchas" frecuentes dentro de los centros educativos y también emprendidas por familias que se llevan las manos a la cabeza cuando su hijo/a sale diciendo que ha visto en el cole tal o cual película, que se les encoje el estómago cuando su pelea diaria por educar en una alimentación saludable es tirada por tierra por profesionales de la educación, o familias que se quedan observando en la valla, atónitas, cuando ven docentes mirando el móvil en el recreo. Tres "luchas" entre muchas otras, sobre las que esperamos ir removiendo conciencias para que dentro de poco, y como ha sucedido con otras cosas, nos parezca increíble que en el pasado hiciésemos las cosas así.