Si bien todos los niños y niñas acaban "aprendiendo" a leer y a escribir, no todos acaban sabiendo hacer uso de ese aprendizaje de manera gratificante. He copiado esta frase textualmente del libro Leer y escribir para vivir. Alfabetización inicial y uso real de la lengua escrita en la escuela. Lo ha escrito Montserrat Fons Esteve y es de la editorial Graó. Es una frase de la parte final del libro, cuando se hace referencia a las bibliotecas como espacios para disfrutar del texto escrito. He querido comenzar con ella porque, recién llegada a un centro, asistí a la revisión del Plan de Fomento a la Lectura, concretamente a la parte de Educación Infantil. Y atónita me quedé cuando todos los objetivos estaban relacionados con el conocimiento del código, con la lectura de palabras y frases, con la discriminación auditiva de los fonemas,...¿y el descubrimiento de la lectura como fuente de placer?. Pero la recién llegada siempre es la utópica, la que quiere cambiar lo que se lleva haciendo desde hace veinte años...Y yo dudaba porque en la carrera me habían enseñado a enseñar a leer y a escribir desde la funcionalidad, como algo necesario para desenvolverse en la clase, como algo útil para poder escribir la carta a Los Reyes Magos o la lista de la compra, y desde luego como algo para disfrutar. Y en cambio, tanto la profe más mayor del cole como la más joven seguían enseñando a escribir pipa antes que pizza porque lo primero toca antes en el libro, aunque al niño le guste más lo segundo (y por ello disfrute y aprenda más). Así que decidí ponerme a leer libros para poder fundamentar mis ideas la próxima vez que me llamaran utópica.
Este es uno de ellos. Comienza con una base teórica muy interesante y luego incluye propuestas de actividades muy útiles para realizar en el aula, basadas en el uso real de la lectura y la escritura. ¡Os lo recomiendo!
[Podéis encontrar el libro aquí]